Fábula: la ardilla y el zorro. Mundo metafórico. Conflictos de territorio
En un hermoso bosque cerca de un río,
vivía una ardilla muy simpática y juguetona.
La vida en el bosque transcurría plácidamente.
Nuestra amiga ardilla y sus compañeros,
jugaban a encaramarse a los árboles mas altos,
los días rebosaban de actividades divertidas.
También recolectaban sabrosos frutos secos para el invierno;
que si unas nueces, avellanas, cacahuetes, bellotas...
Al final del verano llegó al bosque un zorro
que se creía muy listo,
caminaba con altanería por el llano
como si fuera superior a los demás.
Enseguida estableció amistad con una vieja serpiente
que habitaba en el mismo bosque.
al zorro le gustaban los conflictos
pues se crecía con ellos,
pacientemente observaba a quién podía atacar con sus palabras.
Así que empezó a blasfemar de nuestra amiga ardilla,
decía que no recogía nueces para el invierno
y que pasaba todo el día jugando.
Para ello se ayudó de la vieja y astuta serpiente,
entre los dos calumniaban a la joven ardilla.
La ardilla estaba muy enojada,
no entendía el "para que" de ese vil juego y de todas esas mentiras.
El bosque siempre había sido un lugar donde todos cooperaban
y con la llegada del zorro
se rompió el equilibrio.
El enojo de la ardilla llegó hasta tal punto en que decidió
marcharse del bosque e ir a visitar al sabio búho.
El viaje fue largo, cansada se acercaba hasta el viejo roble
donde residía el búho.
De pronto lo divisó en lo alto de una rama al lado de su nido.
-Saludos sabio búho- dijo la ardilla.
-Bienvenida ardilla, ¿Qué te trae por aquí?- preguntó el búho.
-Vengo a pedirte consejo- respondió la ardilla.
Verás, desde que llegó el zorro al bosque, la vida ya no es la misma. Se pasa el día blasfemando y criticando todo lo que hago, dice que no hago bien mi trabajo en la comunidad y eso me enoja muchísimo. para colmo, se ha aliado con la vieja serpiente y entre los dos confabulan en mi contra. ¿Qué puedo hacer?
Tras emitir un largo suspiro, el búho dijo:
-Hermana ardilla, la solución depende de ti. Busca en tu interior estas tres virtudes. confianza, serenidad y tranquilidad.
Las tres residen en tu interior, acuérdate de regarlas todos los días
con mucho amor y permite que crezcan. con estos tres dones, hermana ardilla, las palabras del zorro rebotaran como si llevaras un escudo protector. Ocúpate en el crecimiento de las virtudes y ninguna palabra del zorro te alcanzará, es mas, perderá interés por ti.
-Gracias por tus consejos hermano búho- respondió la ardilla
Durante un tiempo nuestra amiga anduvo caminando en solitario por el bosque, recordando las palabras del búho. Permitió que los dones crecieran en ella. Cuando se sintió plena, regresó a su llanura. El zorro la observo con cautela y como si fuera capaz de oler el cambio se alejó murmurando unas palabras imperceptibles para la ardilla.
La serpiente murió de vieja y las risa en el bosque volvieron a reverberar como antaño.
Bueno mejor que antes, pues para nuestra amiga, ahora todo brillaba con mas intensidad y se sentía mas fuerte.
En realidad lo que relucía en el bosque era su cambio de percepción, su interior transformado.
Preciosa fábula, gracias por compartir.
ResponderEliminarQué sabio consejo le dió el buho....
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